"El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada,
Salinas, cuando suena
la música estremada,
por vuestra sabia mano gobernada... "
La dulce y a la vez intensa sonoridad de dos vihuelas es el punto de partida de un grupo que interpreta repertorios antiguos desde una visión intimista. El Canto del Caballero plantea sus actuaciones como una velada poética y musical, desgranando con sutileza las posibilidades sonoras que ofrecen una voz y dos instrumentos de cuerda pulsada.
Las transcripciones de obras vocales polifónicas fueron durante el siglo XVI europeo una de las principales fuentes de repertorio para instrumentos como la vihuela o el laúd. En la Península Ibérica los vihuelistas adaptaron a su instrumento piezas de los más insignes músicos de la época. El conocimiento íntimo y personal de tales músicas favoreció una nueva manera de enfocar la interpretación de tales repertorios: la introspección, la sutileza y el intimismo fueron las principales bazas dinámicas y expresivas con que contaron los vihuelistas.
No ajeno a tal espíritu "camerístico", El Canto del Caballero se sirve de transcripciones tanto propias como de los antiguos vihuelistas para vertebrar sus programas.
Con el objetivo de coseguir el mayor empaste sonoro posible EL Canto del Caballero toca exclusivamente con instrumentos fabricados por Alfonso Marin.